Sentirse decaído, desanimado o infeliz en algún momento de nuestra vida, es normal, forma parte del proceso que hacen las emociones para salir adelante en situaciones difíciles.

Sin embargo, cuando este sentimiento de tristeza permanece por varias semanas y hace perder el interés por las actividades con las que normalmente se disfrutaban e interfieren con la capacidad de realizar las actividades cotidianas, podemos estar hablando de una enfermedad que se conoce como trastorno depresión y que en la mayoría de las situaciones requiere de tratamiento.

 

¿Qué podemos sentir cuando tenemos depresión?

La depresión puede afectarnos a nivel físico, emocional, cognitivo y conductual, sintiendo fatiga, cambios en nuestros hábitos alimenticios, generando problemas de sueño, aumento o pérdida de peso, lentitud para realizar actividades o falta de concentración, produciendo cambios significativos y prolongados en nuestro estado de ánimo, sintiendo pérdida de interés, apatía, ansiedad, desesperanza, tristeza, pérdida de placer, entre otras, que provocan sentimientos de vacío.

 

Alguno de los síntomas más frecuentes son: 

  • Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día
  • Alteración en los hábitos de alimentación
  • Pensamientos de suicidio
  • Pesimismo o pérdida de esperanza
  • Problemas de concentración
  • Falta de autoestima, pesimismo
  • Problemas de sueño
  • Irritabilidad
  • Aumento de cansancio

 

¿Identificas estos síntomas?

Si observamos que tenemos estos síntomas es importante acudir a un terapeuta que realice una evaluación que indique si tenemos o no un trastorno depresivo. Cuanto antes comience el tratamiento, más eficaz será, lo que conllevará a menor tiempo de recuperación.

La mayoría de los pacientes experimentan una mejoría en las primeras sesiones, lo que supone un alivio para continuar el tratamiento con motivación.

 

¿Cómo lo trabajamos?

  1. En la primera entrevista realizamos una sesión de psicoeducación para que el paciente comprenda los sentimientos y comportamientos que ha estado teniendo, identificar todos los síntomas que causan la depresión y explicarle cómo vamos a trabajar cada uno de ellos.
  2. Se establecen los objetivos que vamos a trabajar y se estima un número aproximado de sesiones.
    Identificamos los pensamientos disfuncionales y negativos, e introducimos técnicas cognitivas. Estas nos van a ayudar a modificar nuestro comportamiento y, por tanto, ir mejorando poco a poco nuestra calidad de vida.
  3. Se retoma las actividades que poco a poco se fueron perdiendo ofreciendo diversas opciones.
    De manera gradual se van cumpliendo los objetivos propuestos en sesión  hasta que el paciente adquiere de nuevo calidad de vida.

En MENTAL CARE trabajamos desde una perspectiva cognitivo conductual, logrando así una terapia breve y estructurada que compromete la colaboración activa del paciente. Se ha demostrado que es el tratamiento más eficaz para tratar la depresión.

Se realiza un diagnóstico para identificar los síntomas y hacemos un tratamiento personalizado para alcanzar las metas. En ocasiones también utilizamos técnicas de mindfulness que nos ayudan a prestar atención de manera consciente en el momento presente.